En el teatro, nos lo pasamos muy bien y fue el «cine» hasta el siglo XX. ¿Cómo evolucionaron unos simples cánticos en honor de un dios a una elaborada representación donde pasamos tan buenos ratos? ¿Cómo están relacionadas la palabras orquesta y escenario con el teatro? ¿Y la expresión deus ex machina, qué significa?
Orígenes y etimología del teatro
A Dionisio, dios griego del vino y del éxtasis, se le atribuía el epíteto, los dioses tenían muchos epítetos o sobrenombres, φιλοχρευτής, muy relacionado con la participación de los coros en su culto.
Cuando Pisístrato, tirano de Atenas, introdujo el culto en Atenas, se construyó en la ladera sur de la Acrópilos una ὀρχήστρα (leído orchéstra, que a su vez proviene del verbo griego danzar) y en medio se lavanta el altar del dios.
Con el paso del tiempo, se construyó un graderío, primero de madera y luego ya de piedra, que recibió el nombre de θέατον (leído théatron que significa lugar para ver o contemplar, que a su vez proviene del verbo ver o contemplar). La palabra teatro no ha variado mucho desde los griegos.
Luego, se construyó una σκηνή (leído skené), literalmente significa choca o tienda de campaña para que los actores se pudieran cambiar. En español ha dado la palabra escena y en escenario. Según evolucionó el teatro, se construían de piedra.
En el párrafo anterior he hablado de actores y hasta ahora solo he mencionado coro. Este viene por la transformación del teatro: desde el canto coral en honor a Dionisio, vaciándose de su carácter religioso-cultural, hasta convertirse en una representación dramática con temática heroica.
Tragedia: la evolución del teatro
Según Aristóteles, la tragedia surgió «de los que entonan el ditibambo». No se sabe a ciencia cierta la etimología de ditibambo pero se sospecha que no era griega.; en cualquier caso, el ditibambo era el canto ritual a Dionisio, todavía estamos con cantos no con tragedias ni obras de teatro como lo entendemos a ahora.
Arión de Metimna fue quien dio una forma artística-lírica al primitivo canto. Los tiranos de las polis, protectores del culto a Dionisio, pronto incorporaron sus mejoras en unas fiestas tan populares. Se extendió e invadió Grecia propiamente dicha esta nueva forma.
Cuando el culto al dios de vino se extendió por Grecia, allá por el siglo VII a.C., bastantes ritos antiquísimos asociados con la fertilidad o con la naturaleza, entraron dentro de su órbita ya que era el dios de la naturaleza libre y del éxtasis. Ayudó el hecho de que las deidades del olimpo eran sagradas y solemnes.
Los sátiros entran en juego, a lo mejor debido a influencia de alguna divinidad sobre la fertilidad y, por tanto, se relacionaron a Dionisio. Los sátiros eran identificados con los τραγοί (leído tragoí) o machos cabríos. Ya empieza a vislumbrarse de donde viene el nombre «tragedia».
Uno de los epítetos de Dionisio era μελαναιγίς, es decir, cabra negra. En español mela, negro, ha dado derivados como melatonina o melancolía. Sus acólitos se disfrazaban de machos cabríos negros para emular la forma en cómo se presentaba Dionisio.
Así tragedia, deriva de τραγῳδία «canto de los machos cabríos» según la interpretación más aceptada. Sin embargo, no podemos obviar que existe poca información sobre el origen de la tragedia y primeros tiempos.
Según Aristóteles, la tragedia al principio partía de pequeños temas y un lenguaje jocoso, por proceder del drama satírico, luego adquirió un tono de dignidad.
Otro punto incierto consiste en descifrar cuándo y cómo los cantos corales en honor a Dionisio incorporaron el elemento heroico; aunque muy pronto los griegos lo incorporaron a las primigenias fiestas al dios.
Heródoto, padre de la historia, proporciona una pauta para crear una conexión entre el culto a Dionisio y los héroes. El tirano Clístines, en Sición, adaptó los coros dionisíacos en honor de un héroe local. Los griegos adoraban a los héroes tradicionales
De la tragedia al deus ex machina
Según evolucionó el teatro en la propia estructura teatral, también vino acompañado por el edificio y las instalaciones. Si recordamos aquellas sencillas tiendas donde se cambiaban los actores, evolucionó en un escenario de piedra de hasta tres metros de altura que servía como telón de fondo y y su techo se empleaba para representaciones a distintas altura. Imaginemos al vigía de un barco avisando de la llegada del enemigo.
Se construyeron varios elementos sobre el escenario para diferentes géneros teatrales: el ekkyklema (el rodillo) y la mechane (máquina).
La mechane era un tipo de grúa de la que un personqje se podía colgar a la vista de los espectadores, por ejemplo, cuando se anunciaba la llegada de un dios por encima de una casa o a través del cielo. Esta aparición divina proporcionaba una solución sin salida para los mortales.
Eurípides, uno de los dramaturgos griegos más conocidos, era un entusiasta de la mechane para terminar sus obras.
Esta situación dio a la famosa frase latina deus ex machina, dios desde un artefacto, que se empleaba para describir la inesperada intervención que viene a resolver una dificultad.
La fiesta del teatro
Más de dos mil años después del nacimiento del teatro, sigue vivo y con ganas. Gracias a unos cánticos corales en honor del dios del vino, hoy tenemos la suerte de disfrutar de espectáculos elaborados y de expresiones que nos ayudan en nuestro día.
No olvidemos tomar una copa de vino (o cualquier otra bebida) en honor a Dionisio por traernos el teatro a los mortales. ¿Te la tomarás?