Soy escritor de fantasía o, por lo menos, lo pretendo ser y me llamo Santi Limonche. Mi madre tuvo el capricho de darme a luz en Madrid a finales de 1985. El gusanillo de la lectura me picó desde bien joven y, desde entonces, no he parado de leer. El libro culpable de mi afición a la lectura fue …en un lugar llamado tierra de Jordi Sierra i Fabra. Después pasé a las aventuras de Los Cinco de Enid Blyton y, a partir de ahí, no pude parar de devorar libros.

El destino quiso que estudiara matemáticas (ya llegaré a la parte sobre ser escritor de fantasía). Ya entonces me gustaba la fantasía y muy pronto se convirtió en mi género favorito. Las sagas que marcaron mi vida universitaria fueron El Señor de los Anillos, Las Crónicas de Belgarath y las Crónicas de la Dragonlance. Aquellas tardes de verano en las que el calor no dejaba pensar a mi neurona, los libros se convirtieron en un oasis. Creo que gracias a esas  tardes, practiqué la imaginación y me preparó la mente para ser algún día escritor de fantasía.

Gracias a un máster de social media que cursé, me animé a crear un blog sobre WordPress. La fuerza de la rutina hizo que escribiera ciento cincuenta entradas y, aunque no me faltaban unas cuantas visitas al mes, dejé mi faceta bloguera por varias razones que no es el momento de mencionar. Solo mencionaré que no me llenaba a diferencia de ser escritor de fantasía. Miserablemente dejé el blog muerto de la risa hasta que meses después le di un entierro digno. Todavía se pueden visitar las entradas que escribí.

¿Y cómo decidí escribir un libro? Hete aquí, un jueves cuando me desperté, al levantarme de la cama las musas habían decidido que tenían un trabajo para mí: escribir una novela. La sensación era tan intensa que no podía ser desatendida. A los pocos días me vinieron a la mente los personajes y, después, la trama hasta llegar a un final.

Creo que las musas me ordenaron aquel jueves el ponerme a escribir porque de pequeño escucha historias de la mitología griega gracias a mi tía y quedó aguardando el mejor momento para resurgir.

Como resultado he publicado La vara de Karanos, de fantasía épica, y Akoni y el bimbari, precuela de la novela anterior.

Elegí el nombre de Santi Limonche porque me parece más cercano que Santiago Limonche. Así que, espero que con esta proximidad nos veamos.