Cuando empecé a escribir «La vara de Karanos», reconozco que todavía no sabía cómo se iba a llamar ese universo. Además, los pocos que se me ocurrían, no me gustaban. Reconozco que recurría una página (en inglés) que generaba nombres de todo tipo desde criaturas, ciudades hasta nombres egipcios. Hice unos cuantos clics, pero mereció la pena el resultado final: salió Ferantar. Estuve a punto de desechar el resultado, pero cambiando una vocal me gustó el resultado final con Ferantir.
Saqué una lección con «La vara de Karanos»: si las musas no van a ti, ve tú a dónde estén.
Nación de Tiribol
El primer reino que se me ocurrió fue Tiribol, aunque todavía no tenía nombre, claro está. Al principio, se me ocurrió una cultura más primitiva, rozando a los cazadores-recolectores. Aunque luego tiré por otra vía. Dejé el carácter nómada de la cultura, pero le añadí un toque en honor a mi padre porque llegó a cinturón negro en taekuondo y yo iba de pequeño a clases. ¿Qué pasaría si se movieran de un sitio a otro por qué tuvieran que defenderse de enemigos codiciosos por sus tierras?
Democracia de Tranesia
El segundo reino, al ser uno en un archipiélago, lo primero que me vino a la mente es el mar. Por ese motivo, lo bauticé como Zalasia porque en griego θάλασσα (thálassa) mar. De hecho, existe la palabra talasocracia: el dominio sobre los mares como Atenas o Venecia. Cuando googleé Zalasia me llevé una decepción: existían desde personajes hasta una nación. ¿Todos saben griego acaso? Así le di vueltas hasta que llegué a una democracia con arquitectura neoclásica que se llamaba Tranesia donde los magos eran un eje principal en la vida pública de la nación.
Reino de Froedia
Igual que Tolkien se basó en la Inglaterra medieval, me inspiré en el reino Castilla de para Froedia en la que reyes y nobles compiten por obtener el poder y el dinero. Se me ocurrió que no debió de ser nada fácil reina a Isabel la Católica y, en su honor, intenté reflejar parte de era realidad que a lo mejor no es tan lejana. Además, como el reino está cerquita de Nieves Perpetuas se me ocurrió que un nombre lógico fuera Froedia por el frío, en mi mente tiene relación.
Imperio de Cesania
Tampoco podía falta un Senado haciendo de las suyas: donde la corrupción fuera el pan de cada día y, a la vez, se escucharan discursos en el que te pudieran convencer de que el sol sale por el oeste. ¿Chocante? Por supuesto. Si fue así hace 2000 años, ¿por qué no se puede dar en otro tiempo? Si añadimos a la ecuación un emperador de la misma guisa que el Senado, obtendremos situaciones interesantes en las que convendría tener cuatro ojos en la espalda para evitar cuchilladas y asesinos.