El mundo de la literatura es fantástico, incluso, yo diría que mágico. Como escritor siempre es importante trabajar las técnicas narrativas y, por eso, conocí a Isabel en uno. Me gusta Isabel porque es una escritora novel que ha autopublicado, igual que yo lo hice con La vara de Karanos, y me parece que tiene un dominio sobre diferentes puntos de vista de los personajes y eso me gusta en la literatura. Agradezco a Isabel que me atendiera tan amablemente y me prestara unos minutos de su tiempo y os animo a conocer a esta escritora de fantasía. Nos demuestra que la imaginación está en cualquier lugar o situación.
Entrevista
¿Quién es Isabel Clemente?
Soy el espíritu de la contradicción tratando de sobrevivir a la vida entre lo que debo hacer y lo que quiero hacer. La mayoría de las veces fracaso, pero todavía no me he rendido.
¿Por qué te hiciste escritora?
Supongo que la trayectoria natural de todos los escritores es más o menos similar. En mi caso, adoro leer desde siempre y en el colegio tuve varias profesoras de lengua que pedían relatos de forma habitual. Me encantaba. Con el paso del tiempo, tuve varios intentos fallidos de novelas hasta que escribí la primera. Los restos de mis fracasos los guardo en un cajón, aunque no tengo ninguna intención de rescatarlos.
¿Cuáles son tus referentes en el mundo literario?
Más que referentes, en el estricto sentido de la palabra como modelo a seguir, hay muchos escritores a los que admiro como Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, Terry Pratchett, Tolkien, George R. R. Martin, Robin Hobb, Margaret Atwood, Ursula K. Le Guin, Mary Shelley, Gustavo Adolfo Bécquer, Emilia Pardo Bazán…
¿Por qué has elegido el género de la fantasía?
Me encantan las posibilidades que admite el género: Llegar a un pacto con el lector en el que se pueden alterar las leyes de la física; la inclusión de seres fantásticos o mitológicos; romper las reglas con elementos sobrenaturales, inesperados y contradictorios; la hibridación de géneros o esconder crítica social camuflada. Pero el motivo principal por el que escogí la fantasía es porque prefiero un género de evasión.
¿Cómo surgió la idea de tu novela “Los hijos de los magos muertos”? ¿Cómo fue el proceso creativo?
Necesitaba escribir esa historia. Es una novela narrada desde distintos puntos de vista en la que los personajes que están en lo más bajo de la sociedad unen fuerzas para derrotar un gobierno corrupto. Ese fue el germen de la novela. La sociedad, hoy en día, también desecha a personas imprescindibles.
Ser mujer, ¿afecta en el mundo literario?
Ser mujer afecta en todos los ámbitos, también en literatura. En general, la sociedad nos exige unos niveles de autoexigencia laboral y de cuidados familiares que impide a muchas mujeres dedicar el tiempo que necesitamos a la escritura. Además, no llegamos ni de lejos a alcanzar los niveles de publicación de nuestros compañeros, aunque está demostrado que no es ni un problema de calidad ni de cantidad de los textos escritos por las mujeres. Estamos muy lejos de conseguir la igualdad de hombres y mujeres. Hay que seguir luchando.
Conoces a escritores, ilustradores, bookstagrammers … ¿Qué piensan del mundo literario?
Creo que hay un ambiente muy bueno. En la HispaCón 2022 de Ferrol podías ver escritores consolidados como Jesús Cañadas y Bárbara Montes charlando con autores noveles y grandes nombres como Ada Palmer y Jo Walton comiendo con aficionados. En España hay gente muy buena y profesional que está dispuesta a ayudar y dar muy buenos consejos.
¿Es fácil el camino de la autopublicación?
Mucho más fácil que el de la edición tradicional, pero no es barato. Si quieres un producto de calidad tienes que invertir en ilustradores, maquetadores, correctores, desarrolladores web, cursos de formación y un largo etcétera. En muchos casos los resultados también son mejores que la edición tradicional.
Un deseo
Seguir escribiendo y publicando toda mi vida.
Un imposible
Gustar a todos los lectores.
¿Deseas añadir algo más?
Me gustaría darte las gracias por contar conmigo para hacer esta entrevista y a todos los que han leído hasta el final. Siempre es un honor que se acuerden de una.
