Los cuentos de hadas suelen seguir una estructura básica, con un héroe, un obstáculo que superar y un final feliz. A través de esta estructura, los cuentos de hadas transmiten importantes lecciones sobre moralidad, valor y el poder de la esperanza. También ayudan a los niños a aprender a enfrentarse a sus miedos y ansiedades, ya que los héroes de estas historias suelen vencer a poderosos adversarios.
Los cuentos de hadas también pueden ayudarnos a comprender mejor nuestra propia cultura e historia. Muchos cuentos incorporan elementos del folclore y el mito, y exploran temas del bien y el mal. Se han utilizado para dar lecciones sobre normas sociales, e incluso algunos se han utilizado como advertencia para desalentar ciertos comportamientos.
Además de su valor educativo, los cuentos de hadas pueden ser una gran fuente de alegría y entretenimiento. Estas historias suelen contar con animales que hablan, criaturas mágicas y otros elementos caprichosos que han hecho las delicias de los niños de todas las épocas.
Al fin y al cabo, los cuentos de hadas siguen siendo una parte importante de nuestra cultura y nuestro imaginario colectivo. Tanto si eres un niño que descubre estas historias por primera vez, como si eres un adulto que vuelve a ellas, estos cuentos atemporales seguirán encantándonos durante muchos años.
Historia de los cuentos de hadas
Un cuento de hadas es una narración breve perteneciente a las tradiciones de una determinada cultura. Los cuentos de hadas suelen tener magia, encantamientos y seres míticos o fantásticos. En la mayoría de las culturas, no existe una línea clara que separe el mito del cuento popular o de hadas.
Los cuentos de hadas pueden fundirse en leyendas, donde la narración es percibida tanto por el narrador como por los oyentes como basada en la verdad histórica. Otro rasgo común es el famoso «érase una vez» y no en tiempos reales.
Los cuentos de hadas se presentan tanto en forma oral como literaria y Madame d’Aulnoy fue la primera, a finales del siglo XVII, en nombralos «cuentos de hadas». Muchos de los cuentos de hadas actuales han evolucionado a partir de historias muy antiguas, incluso de la Edad del Bronce según algunos expertos.
Los Jatakas son probablemente la colección más antigua de cuentos de este tipo en la literatura, y la mayor parte del resto tiene una antigüedad demostrable de más de mil años.
Muchos autores y expertos desde Vladímir Propp, Stith Thompson hasta J. R. R. Tolkien hasta el sistema de clasificación Aarne–Thompson–Uther han vertido ríos de tinta sobre una clasificación exhaustiva y clara sobre los cuentos de hadas, pero no se ha llegado a un consenso.
Existe consenso sobre que la naturaleza de un cuento no depende de si las hadas aparecen en él. Unos autores defienden que los animales parlantes y la presencia de la magia es el elemento predominante. Otros defienden la magia como la característica principal. Desde un punto de vista psicológico, algunos sostienen que la necesidad de los elementos fantásticos es el motor en los cuentos de hadas.
Algunos emplean el término alemán «Märchen», cuento maravilloso, para referirse a los cuentos de hadas.
Un cuento de cierta longitud que implica una sucesión de motivos o episodios. Se mueve en un mundo irreal, sin localidad o criaturas definidas y está lleno de cosas maravillosas. En esta tierra de nunca jamás, los héroes humildes matan a sus adversarios, heredan los reinos y se casan con princesas.
The Folktale, Thompson edición de 1977.
Otro ponen el foco de atención que los cuentos de hadas son el escenario del mundo de la infancia (mera recreación para alegría de los niños), más elemental y libremente repleto de fantasías que los dramas perfeccionistas de los adultos sofisticados cuya aceptación arraigada de atar las realidades exige cosas más severas.
Evolución de los cuentos de hadas
El cuento de hadas narrado oralmente ha permanecido con nosotros desde el principio de los tiempos. Las formas más antiguas muestran una reelaboración escrita a partir de la forma oral. Los hermanos Grimm fueron de los primeros en intentar conservar las características de los cuentos orales.
Los cuentos literarios y los cuentos orales intercambiaban libremente tramas, motivos y elementos entre sí y con los cuentos de otros países. El cuento literario se puso de moda en el siglo XVII, desarrollado por las mujeres de la aristocracia como juego de salón. Mucho se ha hablado desde la existencia de los primeros cuentos orales hace miles de años, más allá de su transcripción escrita, y se puede llegar a la conclusión de que no existe un cuento puro, y cada cuento literario se inspira en tradiciones populares.
Haciendo un repaso por la historia de los cuentos de hadas nos vamos al Antiguo Egipto, hacia el 1300 a.C., con la Historia de los dos hermanos. Los primeros cuentos de hadas occidentales famosos son las fábulas de Esopo en el siglo VI a.C. en la antigua Grecia donde las historias con los animales son una ejemplo moralizador. El autor romano Apuleyo, sobre el III-II siglo a.C, escribió El asno de oro, en la cual se incluye la narración «Cupido y Psique». La antigua India tiene a los cuentos llamados Panchatantra
A continuación, nos vamos a Las mil y una noches, siglo XVI, donde encontramos los cuentos Vikram y el vampiro y Bel y el dragón. China tuvo a los filósofos taoístas como Liezi y Zhuangzi relataron cuentos de hadas en sus obras filosóficas.
Las alusiones a los cuentos de hadas predominan en colecciones medievales como Los cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, o ya en el Renacimiento en el poema épico The Faerie Queene de Edmund Spenser y los guiones teatrales de William Shakespeare.
Los Contes de Charles Perrault en 1697 establecieron sus formas actuales a La bella durmiente y Cenicienta. Recuerdo que en su versión original terminaban mal o tenían castigos atroces para los malos.
Los hermanos Grimm se convirtieron en los primeros recopiladores en intentar preservar no solo la trama y los personajes de los cuentos, sino también su estilo, al compilar cuentos de hadas alemanes. Rápidamente, reescribieron los cuentos para volverlos más aceptables para el público, esto les aseguró buenas ventas y la popularidad de sus trabajos. Su primera edición 1812 y 1815 es un tesoro para los expertos de los cuentos en su origen.
Niños, cuentos y fantasía
Hasta los siglos XIX y XX los cuentos de hadas eran para el público adulto, a partir de ahí se dirigieron al público infantil. Un claro ejemplo de ello fue la labor de Walt Disney. Muchos cuentos de hadas tenían un final moralizante con escenas de violencia o muy crudos, de ahí el necesario cambio.
Perrault concluía sus versiones con una, aunque no siempre se les consideró como un aprendizaje moral: Cenicienta. Finaliza con la observación de que la belleza de la heroína podrían llegar a ser inútiles sin la presencia de su madrina, reflejando la importancia de las conexiones sociales o, incluso, espirituales.
También, hay que recordar que ya en la época victoriana muchos cuentos para adultos se cambiaron para ser ejemplarizantes.
Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles más cuentos de hadas.
Albert Einstein
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¿Qué son los cuentos de hadas?
Un cuento de hadas es una narración breve perteneciente a las tradiciones de una determinada cultura. Los cuentos de hadas suelen tener magia, encantamientos y seres míticos o fantásticos. En la mayoría de las culturas, no existe una línea clara que separe el mito del cuento popular o de hadas.
¿Cuál fue el primer cuento?
La Historia de los dos hermanos escrita sobre el el 1300 a.C. Antiguo Egipto se considera uno de los primeros cuentos de hadas.
¡Gracias, Santi! Siempre es un placer leerte… Me encantan los cuentos de hadas! Mis favoritos son La bella Durmiente, Cenicienta, Blanca Nieves, Rapunzel… porque fueron los primeros cuentos que leí cuando era niña… Y me sigue enamorando la fantasía porque soy una soñadora…